Un pueblo con encanto.
En lo alto de un peñasco, sus casas encajadas en la roca dominan un extenso valle enmarcado por las sierras de la comarca.
El pueblo, declarando conjunto histórico-artístico, se divide en dos barrios, el barrio del castillo y
el barrio del Arrabal. En los calles de Guadalest, numerosas tiendas ofrecen productos
artesanos a los visitantes.